Padre, desde el útero materno
Presentía anhelante tu presencia
Acunado por tanto ruido sordo
Formándose poco a poco mí conciencia
Al ser arrojado a la luz, sabía y esperaba
Que estarías allí, firme y seguro
Acunando la vida que me daban
Forjando para mí un nuevo mundo
Te veo grande cual montaña
Tu voz es trueno que conmueve
Pero eres tierno cuando en la mañana
Me acunas con amor que me sostiene
En este día que consagran
Para el padre, devoción segura
Quiero expresarte por ahora sin palabras
Papá, la admiración más pura
Tengo la certeza que eres sólo mío
Que cada día que sales tu regreso es cierto
Que cada mañana que despierto
Estas ahí, labrando mi futuro
Si mañana la edad dobla tu cerviz, no temas
padre
Pues estaré allí como tu alivio
Y así como hoy me acunas en tus brazos
Sabrás
descansar tú en los míos
Y seré yo quien te consuele
Del dolor que el vivir ha provocado
Y así como hoy tú me acurrucas
Te sentirás a salvo entre mis brazos
Gracias padre por quererme de chiquito
Sé qué harás de mi un ser muy grande
Heredero de tu sangre y apellido
Orgulloso de tenerte como padre
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