Tal vez en un sitio ubicuo
Pueda encontrarlos, serenos,
Aquellos hijos perdidos
Los que jamás nacieron
Generados pese a todo
Algo paso y después
Encontramos ese modo
De deshacernos de él
Perdidos por no deseados
Se
quedaron en proyectos
En sueños nunca soñados
En ignorados prospectos
Desazón y no alegría
Provocaba su existencia
Y les negamos la vida
Por un error en la cuenta
Sólo en instantes los vimos
En nuestra mente crecidos
Jugando con otros niños
Fuertes, sanos, tan bonitos
A veces en la penumbra
Pienso en esos no hijos
Y me asalta la tristeza
De haber sido su asesino
Y la mente que divaga
Los imagina crecidos
Cruzando la entrada a casa
Caminando con gran brío
En ese lugar ignoto
Se encuentran anonadados
No conocerán la vida
Y nunca sabrán del llanto
Tampoco de la esperanza
De lo duro de la vida
Sólo fueron un obstáculo
Nunca realidad sentida
Se levantan cual recuerdos
Que quisiéramos no llevar
Nos reprochan nuestros miedos
Que les negaron estar
Próximos al fin de los días
En balance presentido
En más de una noche en blanco
aparecen redivivos
Habrá un lugar para ellos
El mundo es desconocido
Los conoceré algún día
Y los llamaré mis niños
Que la madre ya era vieja
Que el padre nunca lo quiso
Que el tiempo ya transcurrió
Que el deseo no se hizo
Pero ellos aún se quedan
Jugando cual hojas tristes
Con lágrimas que nunca ruedan
Con sienes que no son grises
Dicen que a veces se notan
Contra la luz de una estrella
Los han visto en la gota
De una lagrima traviesa
A mí me duele pensar
Las alegrías perdidas
Las cosas que no dirán
Experiencias no vividas
Camino bajo la lluvia
Rogando atisbar su sino
Pero el corazón aún duda
Si tuvieron un destino
Tal vez esta noche pueda
Contra las sombras que huyen
Verlos en su inútil rueda
Como rio que no fluye
Invocados en los sueños
De madres que no aceptan
Que no pueden concebir
Víctimas de gran tragedia
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