Si me niego a
morir a quien le importa
Si rechazo el
sepulcro es tema mío
Me niego a cruzar
el estigio rio
a entregarme a la
de guadaña pronta
¿Para qué me
quieres Muerte,
si a tu lado
nunca se medra?
Déjame seguir en
esta tierra
Jugando a vivir,
tentando suerte
¿O prefieres que
sea tu ayudante
Alentando a
encontrarte al suicida
Al soldado para
que pierda la vida
Al bandido que
mata al caminante?
No me digas que
el tiempo se ha cumplido
más ahora que soy dueño de mis actos
Y no pienso morir
en ipso facto
pues nacer a nadie he pedido
qué lúbricos sueños tienes con mis huesos
que quieres despojarlos de su carne
traer a polvo mi bullente sangre
secar mis labios hoy abiertos a los besos
mi esqueleto se
niega a revelarse al aire
Ni dejaran mis
ojos de rellenar las cuencas
Ni mis mejillas
serán costras entecas
No volveré a la
tierra, polvo de balde
Me niego a morir,
no tengo ganas
De dejar este
mundo corrompido
En él he llorado,
también reído
Y he deshojado
esperanzas vanas
Tu afán de terminar
y cortar el hilo
Que me ata al
mundo cotidiano
Hace que aterido el
cuerpo me tiemblen las manos
Pero, se que aún
no es hora, aunque esté al filo
Entiende, he
decidido desafiarte
Burlarme de tus
afanes conclusivos
Mi argumento es
que quiero seguir vivo
y te puedes ir
con tu música a otra parte
¿Que el panteón
me espera?, ¡que se aguante!´
Y si el sepulturero se quedará sin cobre
No es tiempo aún
de ir al definitivo sobre
Y sufrirás de mi
este desplante
Más aún ahora,
que quiero ser eterno
No puedes halarme
hasta el averno
Ni pretender que
termine en tus infiernos
Soy el nuevo
Gilgamesh, el inmortal caldeo
Debes saber, en
definitiva
Que no me da la
gana el morirme
Y que contigo no
pienso irme
Prefiero mi alma
libre y no cautiva
Te vea ridícula
con misera guadaña
Tu manta negra de
vieja esta raída
El fin del ser
empezará en la huida
Dejarte atrás será
mi nueva hazaña
Hoy ya no quiero
el fin de la partida
Tal vez mañana
emprenda el derrotero
Prefiero aún
disfrutar en esta vida
Que darle el
gusto al viejo panteonero
Tel vez decida hacer
mutis y no te avise
Y te juegue la
broma malhadada
De morirme y tu
quedándote pasmada
Asombrada en tu
palmo de narices

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