La palabra ya no me impresiona
Guillermo Torres López
La palabra ya no me impresiona
De mi amor por las silabas y las letras
He pasado a la repulsión plena
Al silencio hechor y no cómplice
He llegado a la conclusión que
El ditirambo me molesta
La sinécdoque me es lastimosa
Y la sintaxis en sus recovecos ha llegado
Simplemente a serme indiferente
Cuantas cartas de amor fallidas
y peticiones al Gobernador lacradas
Unas diversas de las otras
Jamás contestadas ni correspondidas
Cuantas madrugadas pegando
Pasquines en plazas y embajadas
Cuantas veces fui torturado por
Denostar los impuestos y las tasas
O Revelar a la amante de turno del
Presidente de la Corte, cornudo sempiterno
Si hubo un camino a la perdición
Esos fueron los mil mamotretos
Que escribí contra la Reina
Cada palabra, encubierta en
Rocambolescas construcciones semánticas
me acercaron aún más al patíbulo,
en un bis a bis con el cadalso
con o sin serife, las letras fueron mi perdición
y en pleonasmo de conclusión,
acorde con esta repulsa literaria.
La palabra ya no me impresiona.
Oruro, marzo de 2019, en la resaca melancólica de los carnavales.
Guillermo Torres López
La palabra ya no me impresiona
De mi amor por las silabas y las letras
He pasado a la repulsión plena
Al silencio hechor y no cómplice
He llegado a la conclusión que
El ditirambo me molesta
La sinécdoque me es lastimosa
Y la sintaxis en sus recovecos ha llegado
Simplemente a serme indiferente
Cuantas cartas de amor fallidas
y peticiones al Gobernador lacradas
Unas diversas de las otras
Jamás contestadas ni correspondidas
Cuantas madrugadas pegando
Pasquines en plazas y embajadas
Cuantas veces fui torturado por
Denostar los impuestos y las tasas
O Revelar a la amante de turno del
Presidente de la Corte, cornudo sempiterno
Si hubo un camino a la perdición
Esos fueron los mil mamotretos
Que escribí contra la Reina
Cada palabra, encubierta en
Rocambolescas construcciones semánticas
me acercaron aún más al patíbulo,
en un bis a bis con el cadalso
con o sin serife, las letras fueron mi perdición
y en pleonasmo de conclusión,
acorde con esta repulsa literaria.
La palabra ya no me impresiona.
Oruro, marzo de 2019, en la resaca melancólica de los carnavales.
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