martes, 5 de marzo de 2019

La palabra ya no me impresiona 
Guillermo Torres López

La palabra ya no me impresiona
De mi amor por las silabas y las letras
He pasado a la repulsión plena
Al silencio hechor y no cómplice
He llegado a la conclusión que
El ditirambo me molesta
La sinécdoque me es lastimosa
Y la sintaxis en sus recovecos ha llegado
Simplemente a serme indiferente
Cuantas cartas de amor fallidas
y peticiones al Gobernador lacradas
Unas diversas de las otras
Jamás contestadas ni correspondidas
Cuantas madrugadas pegando
Pasquines en plazas y embajadas
Cuantas veces fui torturado por
Denostar los impuestos y las tasas
O Revelar a la amante de turno del
Presidente de la Corte, cornudo sempiterno
Si hubo un camino a la perdición
Esos fueron los mil mamotretos
Que escribí contra la Reina
Cada palabra, encubierta en
Rocambolescas construcciones semánticas
me acercaron aún más al patíbulo,
en un bis a bis con el cadalso
con o sin serife, las letras fueron mi perdición
y en pleonasmo de conclusión,
acorde con esta repulsa literaria.

La palabra ya no me impresiona.
Oruro, marzo de 2019, en la resaca melancólica de los carnavales.

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