miércoles, 21 de diciembre de 2011

No es mi culpa


-No es mi culpa, te musito
si los demás ya no existen.
Solos tú, yo y el encierro
y este miedo que nos viste

Este libro y sus palabras
son cosas que van quedando
apenas ya lo leemos
signos que se van fugando.

Añoramos las estrellas
Pues de ellas nos contaron
Que iluminaban el cielo
Luminosas y muy bellas


Dicen que había noche
Con una luna plateada
Y que la gente contenta
Le improvisaba tonadas


También existía el día
Con un sol muy luminoso
Una tierra, ríos ,vida
Todo era muy hermoso.

¿Serán cierto esos recuerdos?
Será verdad lo que ansiamos
Puede ser que estamos vivos
¿O que soñamos estarlo?


El libro que aún leemos
Habla de las maneras
de sentarse a la mesa
reglas de la etiqueta.

Habla de los vecinos,
De lo correcto y lo impropio
Y tu quisieras que fuera
realidad de todos modos.

Sueñas con alguien más
de quien deseas que exista
Sea hombre o sea Dios
Otro más, que nos permita.

Tan solos ya no sentirnos
fantasear con más humanos
verlos andar mil caminos
tener un padre, un hermano


Los días que van pasando
las noches que no terminan
los soles que cual pabilos
alumbran el medio día.


Este cielo tan violeta
el yermo que no termina
la ciudad ya destrozada
la inexistencia de risas.


-Estamos solos, te digo
Me respondes con sonrisas
Y me cuentas mil historias
Que hablan de gente y de vida

Sólo nos unen los miedos
Cuando afuera la luz se eclipsa
Y se oyen correteos
Pasos sin rumbo y a prisa.

-¿Dónde estamos? Me preguntas
Te respondo con un beso
Mientras te doblas llorando
Encogida por el miedo.

Mañana te repondrás
Me contarás mil relatos
Que la gente no me quiere,
Por que soy ya muy huraño.

Y que por eso no viene
que temen les haga daño
que si no fuese así
estarían a tu lado.


Te acordarás de lugares donde dicen
Moraron miles de humanos
¿Qué fue de ellos? Un misterio
Cuya respuesta ignoramos.


Ambos sabemos y callamos
malditos por ser los últimos
Afuéralos ruidos se crecen
Y lloramos abrazados.

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